29 de abril de 2008

Sobre el alma y el cuerpo...

Esta es otra de las columnas de Armando Fuentes Aguirre, llamada "Mirador", fue publicada el 29 de abril y se me hizo algo muy interesante y digno de compartir con ustedes. Aqui los dejo el escrito, disfrutenlo...


Jean Cusset, ateo con excepción de la vez que leyó los “Pensamientos” de Pascal, dio un nuevo sorbo a su martini -con dos aceitunas, como siempre-, y continuó:
-A nuestro pobrecito cuerpo lo calumniamos mucho y en cambio a nuestro espíritu lo enaltecemos demasiado. Creemos que nos condenamos por la carne y denostamos al cuerpo y lo vilipendiamos. Pero es tan mínima cosa el cuerpo, tan humilde, y casi con nada se conforma: Un poco de agua, un poco de pan, algo de sueño -no de sueños- y ni siquiera amor, sino apenas, de vez en cuando, la compañía de otro cuerpo para enjugarse los instintos.
En cambio, el espíritu, ¡qué exigente es, qué perentorio! Reclama sabiduría, altos ideales, valores inmarcesibles y eso tan difícil de hallar que es el amor. Yo tengo para mí que el espíritu es el que nos condena y no la carne.
El cuerpo nos hace cometer pecados muy modestos que sólo el miedo de la Edad Media por las cosas terrenas pudo considerar mortales: La gula, la pereza, hasta la inofensiva lujuria, tan difamada y perseguida. ¡Ah, pero el espíritu! Los pecados del espíritu, ésos sí que son graves: La envida, y -el peor de todos-, la soberbia, el primer pecado que se cometió y aquél por el que todos se cometen.
-Tengamos compasión de nuestro cuerpo -siguió diciendo Jean Cusset-, y tratémoslo bien. Después de todo, pobre mulita, ya sufre el trabajo de llevar esa terrible carga que es nuestro espíritu.
Así dijo Jean Cusset. Y brindó con toda su alma por su cuerpo.
¡Hasta mañana!...

19 de abril de 2008

Respeto



Hoy estaba en la escuela (:S) y en lo que entrenaba al HEM me puse a divagar un rato, de todo y a la vez de nada: de la inseguridad en Tijuana, del peje, los diputados y senadores, de las chivas, de la selección (si Chucho Ramírez se tiene que quedar como entrenador o cual era el bueno), de los play-off de la nba, de las ligas mayores y los mexicanos que ahí juegan (vamos Joakim Soria!!), de las manifestaciones anti-emo (y pro-emo) y principalmente de catón y lo que escribió en su columna del día de hoy sobre si el fin justifica los medios y la gran culpa que tiene Nicolás Maquiavelo por lo que está haciendo el fap (o por lo menos algo así entendí...) y me di cuenta que la causa principal de muchos de los problemas que están pasando en México (si no todos) es por la pérdida del respeto.

No creo ser el descubridor del hilo negro ni nada por el estilo, pero si me sorprendió un poco el ver como los problemas de México están conectados al respeto o, mejor dicho, a la falta de respeto que hay:

Los delincuentes (ladrones, narcos, secuestradores, etc.) no tienen ningún respeto por el trabajo, la vida y el esfuerzo de los demás, de las personas a las que dañan, ya que si un ladrón respetara el trabajo y esfuerzo de las personas que si trabajan honradamente no arrebataría lo ajeno; lo mismo para los secuestradores, que además dañan de forma irreparable la vida de una familia; si los políticos corruptos y los que se enriquecen de forma ilegal al amparo del poder tuvieran respeto por las personas que confiaron en ellos, y que además les pagan su salario, se dedicarían a buscar el bien común; si los narcos tuvieran respeto por las vidas de los demás primero no venderían substancias que envenenan y luego no matarían a los que trataran de impedírselo; los pederastas no afectarían de una forma tan horrible y ruin la vida y la ilusión de los niños; si los líderes sindicales tuvieran respeto por las personas que les dan de comer (es decir, los trabajadores y la empresa) no llamarían a huelgas sin sustento, solo para demostrar su poder o para beneficio personal; si los sindicatos de maestros tuvieran respeto por el futuro de sus alumnos no se irían a huelgas interminables aun cuando hay casos en que su desempeño y su preparación es inadecuada; incluso en las empresas, si los dueños, jefes o supervisores respetaran el tiempo y el trabajo de sus empleados les darían salarios justos, y si los empleados respetaran el lugar que les da de comer darían lo mejor de sí y no solo buscarían la forma de hacer el menor esfuerzo...

En fin, la lista puede seguir y seguir, pero creo que la idea quedo explicada, la solución es sencilla, aunque requerirá de esfuerzo y trabajo constante durante mucho tiempo: hay que respetar a los demás.

Decirle al mundo que respete las ideas, pensamientos, costumbres... y todo lo demás, es muy difícil, el cambio tiene que empezar por cada uno de nosotros, respetando a las personas de nuestro entorno, es decir, enseñando con el ejemplo.

Creo que por el momento es todo, así que no me queda más que despedirme, saludos a todos.

Respeto.