3 de enero de 2012

Mirador - Armando Fuentes Aguirre


Éstas eran dos líneas
paralelas.
¿Qué podían hacer, siendo
paralelas, sino mirarse, y enamorarse
luego?
Los matemáticos afirman que
las líneas paralelas no se pueden
juntar, ni aun en el infinito. Pero
estas líneas no sabían matemáticas.
Tampoco sabían que eran paralelas.
Más aún: ni siquiera sabían que
eran líneas. Lo único que sabían
era que se amaban.
De ese amor nació el infinito.
En ese infinito se juntaron las dos
líneas paralelas, y se hicieron una
sola. Eso no lo saben los matemáticos.
Pero ellas sí lo saben.
(Y lo sabe también alguien que
alguna vez fue línea paralela, pero
ya no lo es).